El caso es que los ojos más bonitos que he visto son los de mi madre. Son verdes, pero un verde muy claro y brillante. Ella me enseñó un poema sobre unos ojos que le he dejado a esa chica en su blog y ahora lo dejo aquí.
Ojos Claros.- Gutierre de Cetina (1520-1557)
Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.
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