Mostrando entradas con la etiqueta Teatro. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Teatro. Mostrar todas las entradas

jueves, 3 de abril de 2008

Misterioso Asesinato en Manhattan



Como no pude participar de “la noche de los teatros” el jueves pasado, ayer me resarcí y fui al Teatro Maravillas a ver “Misterioso asesinato en Maniatan”.

La verdad es que para elegir la obra me bastó con el recuerdo que la película de Woody Allen dejó en mi memoria.

El teatro es pequeño pero la acústica es buena y como no hay tanta gente se evitan ruidos molestos (a pesar de eso siempre se oye al típico viejo que está sordo como una tapia y habla con su mujer a gritos. Al oído, sí, pero a gritos).

En cuanto a los actores… No puedo evitarlo. Es ver a Enrique San Francisco y echarme a reír. Es superior a mis fuerzas. Y si encima los diálogos tienen gracia… (“No puedo escuchar mucho a Wagner porque me entran ganas de invadir Polonia” o “guárdate un poco de locura para la menopausia”) pues eso, acabé con dolor de estómago de las risas.

En definitiva, es una obra más que recomendable para pasar un buen rato y divertirse sin problemas.


PD: El resto lo contaré otro día.

martes, 25 de marzo de 2008

La noche de los Teatros


Bonito titulo. La verdad es que es una de esas cosas tan simples que cada vez que lo relees gana fuerza. Si fuera el título de una novela para mí sería una novela de misterio en la que ninguno de los personajes es quien dice ser y todos tratan de engañar a los demás.

Pero no me quiero perder en pensamientos. El 27 de marzo es el día Mundial del Teatro y en Madrid se ha organizado “La noche del teatro”.

Adjunto el link a la página de la Comunidad de Madrid:


viernes, 7 de diciembre de 2007

La Voz Humana

Ese es el título de una pequeña obra teatral de Jean Cocteau. Simplemente es una conversación telefónica de una mujer con el hombre que hace poco la ha abandonado.

Desde la introducción que hace el autor antes de iniciar la obra se trasnnmite la fuerza de la desesperación que inunda el alma de la protagonista.
"El autor propone a la actriz que abandone la ironía, la amargura y la expresión directa del subtexto de mujer destrozada. Se trata, simplemente, de una mujer muy enamorada, con pocos recursos intelectuales, que lucha hasta el final para arrancar al hombre una confesión sincera y para que, al menos, se salve así la memoria limpia del amor anterior".


De toda la obra este es uno de los pasajes más estremecedores:


"Oyeme un momento, amor mío, sólo un momento… Nunca, nunca te he dicho una sola mentira… Sí, tú tampoco, tú tampoco, ya lo sé, te creo… No, no es ese el tema… es que... ahora te las estoy diciendo… Desde que estamos hablando… no hago más que mentir… Sí, sí, te estoy diciendo una mentira detrás de otra… yo sé… que ya no me queda ninguna esperanza… ninguna… y tengo horror a mentirte, aunque sea… aunque sea para tranquilizarte… sólo que… no te he dicho la verdad cuando me has preguntado lo que llevaba puesto ni… no es cierto que… haya comido, comido con Marta… no he comido… ni con Marta ni con nadie… Y me he echado un abrigo por encima del camisón tal como estaba sin vestir en absoluto, porque estaba tan desesperada esperando que me llamases y… me he vuelto loca mirando al teléfono".


Creo que todos mentimos alguna vez. Sin una razón concreta. Tal vez para construir otra vez la muralla que hemos dejado que alguien traspase.

martes, 3 de julio de 2007

Shakespeare

Al hilo de Cyrano de Bergerac, lo más apropiado es rendir homenaje a Shakespeare. No soy un apasionado de Romeo y Julieta (Romeo me parece un consentido y Julieta una marimandona) pero hay unos versos de la escena del balcón que siempre me han gustado.

Romeo
Lady, by yonder blessed moon I swear
That tips with silver all these fruit-tree tops—


Juliet
O, swear not by the moon, the inconstant moon,
That monthly changes in her circled orb,
Lest that thy love prove likewise variable.


Romeo
What shall I swear by?

Juliet
Do not swear at all;
Or, if thou wilt, swear by thy gracious self,
Which is the god of my idolatry,
And I'll believe thee.


Romeo
If my heart's dear love—

Juliet
Well, do not swear: although I joy in thee,
I have no joy of this contract to-night:
It is too rash, too unadvised, too sudden;
Too like the lightning, which doth cease to be
Ere one can say 'It lightens.' Sweet, good night!
This bud of love, by summer's ripening breath,
May prove a beauteous flower when next we meet.
Good night, good night! as sweet repose and rest
Come to thy heart as that within my breast!

----------------------------------------------------
----------------------------------------------------
Romeo: Señora, por la bendita luna
que baña de plata la copa de todos estos
árboles frutales, juro ...
Julieta: Oh, No jures por la luna, la inconstante lulna,
que cada mes muta, en su órbita circular,
no sea que tu amor resulte igual de variable.

Romeo: ¿Entonces, por quié juraré?

Julieta: no jures por nada. O, si quieres,
jura por ti mismo, que es el dios de mi idolatría,
y te creeré.

Romeo: Si el querido amor de mi corazón…

Julieta: Bien, no jures: aunque estoy alegre contigo,
esta noche no deseo este acuerdo.
Es demasiado imprudente, demasiado poco aconsejable,
demasiado repentino;

Demasiado como el relámpago,
que se apaga apenas en lo que se dice “brilla”.

Querido, buenas noches! Este brote de amor,
madurando por el aliento del verano,
puede resultar en una sublime flor
la próxima vez que nos encontremos.
Buenas noches, buenas noches,
y que descanse y repose tan dulce
en tu corazón como en mi pecho

sábado, 30 de junio de 2007

Cyrano


Edmond Rostand escribió "Cyrano de Bergerac" alrededor de 1.897. Por desgracia no sé francés y no puedo leer el texto tal y como lo concibió el autor.


Hace unos años vi la obra representada en el Teatro español, en Madrid y si no hubiera sido por la actriz (de la que omito el nombre) que destrozó el papel de Roxana diría que no estuvo nada mal.


Tengo la novena edición de "colección austral" y he visto varias películas que versionan esta obra, pero de todas las adaptaciones mi preferida es la película de 1.991 dirigida por Jean Paul Reppenau y protagonizada por Gerard Depardieu.


Dejando de lado las escenas más famosas de la obra, llevo un par de días recordando la carta que Cyrano escribe a Roxana antes de saber que ella quiere a otro hombre. En el trascurso de la trama, Roxana recibe la carta pensando que la ha escrito Cristián.

Esta carta de amor, que yo mismo he escrito
y reescrito cien veces hasta quedar ahíto
colocando mi alma sobre el papel
será la mensajera de mi amor más fiel.
Estoy en tus manos. Este pliego es mi voz,
esta tinta es mi sangre, esta carta soy yo.










miércoles, 13 de junio de 2007

Atención: Pregunta

La obra de Teatro de Albert Camus, Calígula, es una de mis preferidas.
En una de las escenas, Calígula y Quereas están sentados uno frente al otro, cada uno en un extremo del escenario, sin ninguna decoración que pueda distraer la atención del espectador.

Se encuentran en esa situación porque Calígula sabe que Quereas ha organizado su asesinato para evitar que la locura del emperador termine con Roma.

Calígula.- Quereas.

Quereas.- Dime, Cayo.

Calígula.- ¿Te parece que dos hombres que tienen igual grandeza de alma, igual orgullo, puedan hablarse al menos una vez en la vida con el corazón en la mano como si estuvieran desnudos uno frente a otro, despojados de sus prejuicios, de sus intereses particulares y de las mentiras en que viven?

Quereas.- Me parece posible, Cayo, pero te creo incapaz de hacerlo.

Después de esa pregunta los personajes se muestran realmente sinceros pero todo es una farsa ya que si Quereas dice la verdad es porque sabe que Calígula le ha descubierto.

Calígula.- Tienes razón. Tan solo quería saber si pensábamos lo mismo. Por lo tanto pongámonos las caretas y utilicemos nuestras mentiras. Hablemos igual que se pelea, cubiertos hasta la guarnición de la espada. ¿Por qué no me quieres, Quereas?

Quereas.- Porque nada hay en ti que sea amable. Porque no se manda en estas cosas. Además, porque te entiendo demasiado y nadie le gusta ver en los demás el rostro que trata de esconder en sí.

Calígula.- ¿Por qué me odias?

Quereas.- Te equivocas en esto, Cayo. Te juzgo nocivo, cruel, egoísta y vanidoso. Pero no puedo odiarte porque no te creo feliz. Tampoco puedo despreciarte porque sé que no eres cobarde.

Calígula.- Entonces, ¿por qué me quieres matar?

Quereas.- Ya te lo he dicho. Te considero nocivo. Me gusta la seguridad y me es necesaria. Casi todos los hombres son como yo. Son incapaces de vivir en un mundo en cuyo seno pueden instalarse de repente las ideas más extrañas. No, yo tampoco quiero vivir en un mundo así. Prefiero tener la seguridad.

Por eso la verdadera pregunta es si alguien es capaz de mostrarse tal como es y hablar con sinceridad (verdadera sinceridad) cuando tiene mucho que perder, no cuando el juicio está visto para sentencia. Llegados a este punto, contestar demasiado deprisa sería no tomarse en serio la cuestión.

¿Yo soy capaz de hablar así? Me gusta pensar que sí, pero confieso que en el fondo de mi alma siempre guardo bajo llave emociones, sentimientos, que aunque a veces ordenan mi conducta no dejo que nadie conozca.

¿Y tú? ¿Eres capaz de hablar con el corazón en la mano, despojado/a de tus prejuicios, de tus intereses particulares y de las mentiras en las que vives?