lunes, 16 de junio de 2014

Nueva vida

Madre mía cómo pasa el tiempo.

Han pasado varios años y mi vida está tan cambiada que ya ni me reconozco cuando me miro al espejo.

Desde la última entrada del blog me he casado y he sido padre hace apenas 6 meses de dos machotes que han debido de salir a su padre y llevan a rajatable el lema de "dormir es de cobardes".

En fin. Qué sensaciones tan extrañas volver por aquí. Es como coger un viejo album de fotos (sí, cuando todavía existían los álbumes de fotos) y comparar cómo eras antes y cómo eres ahora.

Es duro, pero al verme en este blgo me doy cuenta de que en estos años he engordado, se me cae el pelo (literalmente), tengo unas ojeras de campeonato, tengo el colesterol alto, se han quedado amigos en el camino (no por nada, sino porque la vida te va alejando poco a poco y cuando te das cuenta, ya es tarde para coger el telefono y llamar) y algunas ilusiones se han quedado en sueños (ya no tendré mi descapotable rojo ni me iré a vivir al extranjero). Eso sí, todo eso a cambio de haberme casado con una mujer a la que adoro y tener dos niños como dos soles. Vamos, que no me cambiaría por nada en el mundo.

Todavía no sé si retomaré el blog. La verdad es que tengo ganas, pero no sé si contar mis vivencias como padre novato de mellizos o desahogar mi descontento y mi indignación con la situación de la política actual y lanzar al viento mis ideas. No sé si cerrar definitivamente este álbum y empezar uno nuevo o seguir aquí.

Sea lo que fuere, hasta pronto.