martes, 17 de febrero de 2009

Una imagen vale más que mil palabras

Este es el tiempo previsto para mañana. ¡¡¡Pues eso, sin palabras!!! Yuuu Juuuuuu



lunes, 16 de febrero de 2009

¿Quieres ser millonario?

Resulta que ahora voy andando a trabajar. Tardo 40 minutos en total; 20 para ir y 20 para volver. Todo un lujo después de que en mi último trabajo llegaba a pasar 2 horas de media para ir y volver. Cuando había un accidente en la carretera ese tiempo se podía ir hasta las 3 horas y media.

El caso es que el tiempo que paseo lo empleo en pensar en mis cosas (vamos, en las musarañas). Pero hoy cuando volvía de comer he dado con la idea de un negocio que todavía no existe. Al menos que yo sepa. Y me extraña porque como ahora contaré se trata del típico ejemplo de picaresca española tan característica del carácter español desde El Lazarillo de Tormes.

Bien, todos conocemos los tickets de la hora y de esos indeseables “controladores de la hora” que ni se molestan en quitar la publicidad del parabrisas para ver si tienes la tarjeta de residente. Ellos multan, aumentan su cifra de variable y a volar.

Vale. Imagina que te ponen una multa y no sabes que si recurres la ganas seguro (pongamos que el español medio no es demasiado inteligente lo que a fin de cuentas está bastante cerca de la realidad). Luego viene alguien que te dice:

- Te vendo el ticket de la hora en la que te han multado, de tal forma que si lo presentas te quitan la multa automáticamente.

Ante esta posibilidad la siguiente pregunta es inevitable:

- ¿Y cuánto me pides por eso?
- Mmm, veamos. La multa de la hora suele rondar entre 60 € y 90 €… Te lo dejo por 30 €.

Como parece un precio más que razonable la operación se cierra y todos contentos. El que tenía la multa puesta porque se ahorra el 50% y el que vende el ticket porque ha ganado 28 €.

Si esto lo haces unas 10 veces por semana tenemos que al final del mes quien se haya dedicado a este honrado y legal negocio (ya puestos se podría hacer hasta facturando IVA) habrá ganado la bonita cifra de 1.120 € al mes (ya deducidos los gastos de recabar los tickets de la hora).

De acuerdo que la idea tiene cabos sueltos (coño, si de verdad fuera una idea para forrarse no la pondría aquí, merluzo) pero para los tiempos que corren….

Ah, y si el que hace este negocio es amigo de un controlador de la hora ya sería redondo.

jueves, 12 de febrero de 2009

El Club Mildorf VIII

Llevaba tiempo queriendo cumplir (o empezar a cumplir) uno de los propósitos que me hice para este año. Y anoche al volver a casa después de jugar un partido de fútbol me puse a escribir de nuevo. Es posible que no fuera el mejor momento pero me sentí impulsado a hacerlo. No es mucho, apenas una página y media, pero es un comienzo y todos los viajes comienzan con el primer paso:

Al cabo llegaron el hambre y la sed. El sol empezaba a calentar en lo alto y tomé la resolución de emprender el camino de vuelta. Pero no podía regresar sin haber tocado el agua. Me acerqué a la orilla y descalzo como estaba me agaché y con la mano me empapé la nuca y luego la cara bautizándome por segunda vez con el mar de mi juventud.
Refrescado y con el ánimo alegre regresé por el camino anaranjado, por el sendero de los árboles frutales y por la espléndida alameda.

Al pasar de nuevo por Torreverde espiaba como un adolescente cada rincón del pueblo con la esperanza de verla. Varias veces creí que me habían llamado por mi nombre y otras tantas me volví con el corazón en un puño para responder a esa voz. Tal vez algún día pasara delante de su casa y quién sabe si el destino o el azar nos cruzaría en el camino.

“-Verá, Señor Norman, - dijo Jaime Llanos con tono suave. –No quiero que se haga una idea equivocada de lo que ocupaba mis pensamientos en aquellos momentos. Yo no era un joven enamoradizo que se enamora de una ilusión. No puedo expresarlo con palabras así que ni siquiera lo intentaré.”

Después de decir esas palabras el anciano permaneció en silencio. Al observar su rostro me pareció que luchaba consigo mismo para ser capaz de explicar de alguna manera lo que acababa de decir.

De pronto su gesto se relajó y volvió a fijar su vista en el horizonte. -“No supe nada de ella durante dos semanas.- Dijo”.

En aquellos días hacía un sol espléndido y el recuerdo del rumor de las olas y el paseo por la orilla me hizo volver a caminar a través de la alameda hacia la playa. Mientras observaba cómo avanzaba la primavera y se multiplicaban las flores y los colores del paisaje, trataba de poner en orden mis pensamientos.

Sabía que tarde o temprano debía volver a Madrid. Llevaba más tiempo del previsto en Torreverde. Era evidente que aquel lugar había despertado una parte de mí que creía olvidada pero el futuro que tenía planeado me estaba esperando.

En la playa las gaviotas continuaban su diaria rutina volando, planeando en el aire de tal forma que a veces se me antojaba que eran capaces de permanecer inmóviles en el aire, como si por unos instantes decidieran suspender las leyes de la física.

No había nadie en la playa. El sonido de las olas del mar se mezclaba con el graznido de las gaviotas. Ni siquiera se escuchaban mis pasos en la arena. Decidí caminar por la orilla del mar y disfrutar de aquel paisaje.

Con los pantalones remangados por debajo de las rodillas y con los zapatos en la mano me deleitaba del calor del sol en mi piel. El color del mar variaba dependiendo del reflejo de los rayos del sol y a veces parecía de un azul claro y otras de un verde aceituna. A lo lejos se divisaba un pequeño barco de vela que por la forma y por la cantidad de gaviotas que volaban a su alrededor debería ser un barco pesquero.

Sin saber el tiempo que llevaba caminando di la vuelta desandando mis propios pasos filosofando sobre la metáfora que se desprendía de esa acción. Tan absorto estaba en esos pensamientos que no acerté a darme cuenta de que un hombre que se encontraba a escasos pasos de mí me saludó cortésmente.

- Buenos días, caballero.

De forma automática esa frase me trajo de vuelta de mis divagaciones y acerté a contestar.

- Buenos días tenga usted.

De pronto me di cuenta de que el saludo que había escuchado tenía una entonación extraña. Al mirar al hombre que me había devuelto a la realidad comprobé con sorpresa que no estaba solo.

Dos mujeres le acompañaban.

martes, 10 de febrero de 2009

Esperanza

Después de casi dos meses sin ver el sol esta mañana por fin hace acto de presencia.
Desde minuevo sitio/cubículo puedo ver el cielo sin nubes con el sol, perezoso, despertándose.
Incluso un termómetro de la calle (de esos que ahora apenas se ven) marcaba 10º C a las 08:30 a.m.
No quiero echar las campanas al vuelo (ya se sabe. Como dice la canción, "la Esperanza es una puta que va vestida de verde) pero ¿y si fuera el primer síntoma de que estamos dejando atrás el frío, la nieve, la lluvia y el maldito invierno?

lunes, 2 de febrero de 2009

El díia de la Marmota

Con el cambio de trabajo parece que no puedo colgar videos de youtube, así que toca ussar la imaginación. Tampoco vendrá mal. Además, de no usarla se atrofia.
Para quien no lo sepa hoy es el día de la marmota!!!
Así que cerrad los ojos y al abrirlos imaginad que escucháis los primeros compases de la canción de "I got you babe" mientras dos locutores radiofónicos cargados de alegría y optimismo dicen lo siguiente:

First D.J.: Okay, campers, rise and shine, and don't forget your booties 'cause it's cooooold out there today.
Second D.J.: It's coooold out there every day. What is this, Miami Beach?
First D.J.: Not hardly. And you know, you can expect hazardous travel later today with that, you know, that, uh, that blizzard thing.
Second D.J.: [mockingly] That blizzard - thing. That blizzard - thing. Oh, well, here's the report! The National Weather Service is calling for a "big blizzard thing!"
First D.J.: Yessss, they are. But you know, there's another reason why today is especially exciting.
Second D.J.: Especially cold!
First D.J.: Especially cold, okay, but the big question on everybody's lips...
Second D.J.: - On their chapped lips...
First D.J.: - On their chapped lips, right: Do ya think Phil is gonna come out and see his shadow?
Second D.J.: Punxsutawney Phil!
First D.J.: Thats right, woodchuck-chuckers - it's [in unison]
First D.J.: GROUNDHOG DAY!
Second D.J.: GROUNDHOG DAY!