Sé que hay mucha gente que no está de acuerdo con esta enseñanza de Buda, pero cuando menos merece una reflexión. Se trata de la manera de afrontar el sufrimiento y cómo comportarse ante el dolor. La pregunta que debería hacerse al final de la lectura es evidente ¿tú cómo afrontas el sufrimiento?.
Una persona mundana experimenta una sensación agradable, experimenta una sensación desagradable o experimenta una sensación neutra. Una persona en busca de la iluminación experimenta una sensación agradable, una sensación desagradable o una sensación neutra. ¿Cuál es la distinción, la diversidad, la diferencia entre el que busca la iluminación y una persona mundana?
Cuando una persona mundana es tocada por una sensación dolorosa se inquieta y aflige, se lamenta, se golpea el pecho y llora y está muy turbada. Es como si un hombre fuera traspasado por un dardo y, a continuación del primer impacto, fuera herido por otro dardo. Así pues, esa persona experimentará las sensaciones causadas por dos dardos. Ocurre lo mismo con la persona mundana: cuando es tocada por una sensación dolorosa, corporal, se inquieta y sufre, se lamenta, golpea su pecho, llora y está muy turbada. Así, experimenta dos sensaciones: la sensación corporal y la sensación mental.
Pero en el caso de una persona en busca de la iluminación, cuando es tocado por una sensación dolorosa no se inquieta, no se aflige ni se lamenta, no se golpea el pecho ni llora, ni está muy turbado. Experimentará una sensación: la corporal, pero no la mental. Es como un hombre que ha sido traspasado por un dardo, pero no es herido por un segundo dardo que sigue al primero. Así, la persona experimenta las sensaciones causadas por un solo dardo. Ocurre lo mismo con una persona en busca de la iluminación, cuando es tocado por una sensación dolorosa, no se inquieta, no se aflige, ni se lamenta, no se golpea el pecho y llora, ni está muy turbada.
Cuando una persona mundana es tocada por una sensación dolorosa se inquieta y aflige, se lamenta, se golpea el pecho y llora y está muy turbada. Es como si un hombre fuera traspasado por un dardo y, a continuación del primer impacto, fuera herido por otro dardo. Así pues, esa persona experimentará las sensaciones causadas por dos dardos. Ocurre lo mismo con la persona mundana: cuando es tocada por una sensación dolorosa, corporal, se inquieta y sufre, se lamenta, golpea su pecho, llora y está muy turbada. Así, experimenta dos sensaciones: la sensación corporal y la sensación mental.
Pero en el caso de una persona en busca de la iluminación, cuando es tocado por una sensación dolorosa no se inquieta, no se aflige ni se lamenta, no se golpea el pecho ni llora, ni está muy turbado. Experimentará una sensación: la corporal, pero no la mental. Es como un hombre que ha sido traspasado por un dardo, pero no es herido por un segundo dardo que sigue al primero. Así, la persona experimenta las sensaciones causadas por un solo dardo. Ocurre lo mismo con una persona en busca de la iluminación, cuando es tocado por una sensación dolorosa, no se inquieta, no se aflige, ni se lamenta, no se golpea el pecho y llora, ni está muy turbada.
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