Ya terminé mis sesiones con el fisioterapeuta. "El Charly".
Por pura curiosidad decidí grabar la sesión con el teléfono móvil. Como la imagen consume mucha memoria me decanté por el sonido.
Escucharlo duele más que padecerlo.
Voy a ver si consigo subir el archivo de sonido y lo puedo colgar aquí. Merece la pena.
PD: En cuanto a mi estado físico. Ya puedo meter la quinta y la marcha atrás sin que me duela (y no va con segundas).
jueves, 10 de abril de 2008
martes, 8 de abril de 2008
Pues sí hubo dolor, sí.

A las 19:00 estaba sentado en la sala de espera del fisio. Charly, se llama.
Para llegar a la habitación en la que pasa consulta hay que subir unas escaleras. Desde el piso de arriba se oyen gritos desesperados. “Nenazas”, pensé. “No puede haber peor dolor que el que me hizo cuando el esguince de tobillo. Seguro que no”.
Cuando terminan los gritos un hombre de unos treinta y tantos baja por las escaleras con la cara pálida y restos de sudor.
-Siguiente- dice Charly.
Me levanto como un resorte y subo las escaleras.
-A ver, ¿qué te ha pasado?
-Una tontería. Seguro que no es nada. Jugando al fútbol me caí sobre el hombro y me molesta un poco.
-Vamos a ver cómo está. Quítate la camisa y siéntate en la banqueta con las manos sobre la camilla.
Yo no sé qué fuerza tienen los fisios en las manos pero juro que no entiendo cómo pueden hacer tanto daño.
-Pues por lo que veo el hombro se salió y del mismo golpe volvió a colocarse. Pero aún así hay que volver a ponerlo en su sitio.
Y sin darme tiempo a prepararme hizo yo no sé qué que qué se yo que me dejó el hombro como plastilina, o mejor, como blandiblub.
El grito que pegué se oyó en Ferrol.
-Vamos, vamos, que no es para tanto. Si lo malo viene ahora que tengo que poner en su sitio los tendones y los ligamentos.
-¿Qué?
La verdad es que no sé si llegué a hacer la pregunta porque sus dedos empezaron a urgar en el hombro y creía que me iba a desmayar. Me llevé la mano izquierda a la boca para morder el puño.
-Deja la mano en la camilla que si no te relajas no puedo hacer nada.
¿Relajarme? ¿Está loco? ¡¡Pero si me estaba matando!!
Al cabo de unos siglos (en realidad debieron ser minutos pero la agonía se me hizo eterna) dejó de aplicarme el hierro fundido de sus dedos en mi hombro y me dijo:
-Ahora mismo ya no puedo hacer nada más. Vente el miércoles para que pueda terminar de “limpiar” la zona y colocar el resto.
-….. V…. a…. l….. e…..
Me puse la camisa y me fui por las escaleras, con la cara pálida y cubierto en sudor.
-Siguiente-, escuché que decía. Un chaval se levantó del sofá cojeando y con un gesto de pánico empezó a subir por las mismas escaleras. No le dije nada pero le deseé suerte. Mucha suerte.
Para llegar a la habitación en la que pasa consulta hay que subir unas escaleras. Desde el piso de arriba se oyen gritos desesperados. “Nenazas”, pensé. “No puede haber peor dolor que el que me hizo cuando el esguince de tobillo. Seguro que no”.
Cuando terminan los gritos un hombre de unos treinta y tantos baja por las escaleras con la cara pálida y restos de sudor.
-Siguiente- dice Charly.
Me levanto como un resorte y subo las escaleras.
-A ver, ¿qué te ha pasado?
-Una tontería. Seguro que no es nada. Jugando al fútbol me caí sobre el hombro y me molesta un poco.
-Vamos a ver cómo está. Quítate la camisa y siéntate en la banqueta con las manos sobre la camilla.
Yo no sé qué fuerza tienen los fisios en las manos pero juro que no entiendo cómo pueden hacer tanto daño.
-Pues por lo que veo el hombro se salió y del mismo golpe volvió a colocarse. Pero aún así hay que volver a ponerlo en su sitio.
Y sin darme tiempo a prepararme hizo yo no sé qué que qué se yo que me dejó el hombro como plastilina, o mejor, como blandiblub.
El grito que pegué se oyó en Ferrol.
-Vamos, vamos, que no es para tanto. Si lo malo viene ahora que tengo que poner en su sitio los tendones y los ligamentos.
-¿Qué?
La verdad es que no sé si llegué a hacer la pregunta porque sus dedos empezaron a urgar en el hombro y creía que me iba a desmayar. Me llevé la mano izquierda a la boca para morder el puño.
-Deja la mano en la camilla que si no te relajas no puedo hacer nada.
¿Relajarme? ¿Está loco? ¡¡Pero si me estaba matando!!
Al cabo de unos siglos (en realidad debieron ser minutos pero la agonía se me hizo eterna) dejó de aplicarme el hierro fundido de sus dedos en mi hombro y me dijo:
-Ahora mismo ya no puedo hacer nada más. Vente el miércoles para que pueda terminar de “limpiar” la zona y colocar el resto.
-….. V…. a…. l….. e…..
Me puse la camisa y me fui por las escaleras, con la cara pálida y cubierto en sudor.
-Siguiente-, escuché que decía. Un chaval se levantó del sofá cojeando y con un gesto de pánico empezó a subir por las mismas escaleras. No le dije nada pero le deseé suerte. Mucha suerte.
lunes, 7 de abril de 2008
No hay dolor
El sábado tuvo lugar un partido de fútbol sala de los que crean afición. En realidad no era fúbol sala porque la superficie era algo parecido a hierba artificial con tierra. Mucha tierra.
El caso es que yo no puedo ser imparcial ya que fui uno de los miembros del "atlético cantautores" así que únicamente diré que jugamos mejor y que metimos más goles que ellos (aunque el equipo contrario jure y perjure que acabamos empate).
La crónica del partido y las fotos está en el blog de Henar:
http://www.chezhenar.blogspot.com/
y recomiendo los comentarios. No tienen desperdicio.
Por cierto, yo resulté lesionado tras una entrada alevosa en el minuto 5 de partido. A pesar de no poder mover el hombro derecho y de ver las estrellas cada vez que algo me rozaba fui capaz de terminar y cumplir una actuación más que decente. Olé.
El caso es que yo no puedo ser imparcial ya que fui uno de los miembros del "atlético cantautores" así que únicamente diré que jugamos mejor y que metimos más goles que ellos (aunque el equipo contrario jure y perjure que acabamos empate).
La crónica del partido y las fotos está en el blog de Henar:
http://www.chezhenar.blogspot.com/
y recomiendo los comentarios. No tienen desperdicio.
Por cierto, yo resulté lesionado tras una entrada alevosa en el minuto 5 de partido. A pesar de no poder mover el hombro derecho y de ver las estrellas cada vez que algo me rozaba fui capaz de terminar y cumplir una actuación más que decente. Olé.
viernes, 4 de abril de 2008
Wait
Me he encontrado por casualidad con un poema de un autor Ruso llamado Konstantin Simonov. Reconozco que no sabía quién era y no había leído nada de él. Aquí dejo el enlace a la wikipedia por si alguien siente curiosidad: http://en.wikipedia.org/wiki/Konstantin_Simonov
El poema en cuestión es un poco empalagoso pero tiene algo que no sé definir y que me ha gustado mucho.
Ya sé que es un autor ruso y que el texto que he usado como referencia está en inglés. Es lo que tiene no saber ruso.
Wait for me.- Konstantin Simonov

Wait for me, and I'll return
Only wait very hard
Wait when you are filled with sorrow...
Wait in the sweltering heat
Wait when the others have stopped waiting,
Forgetting their yesterdays.
Wait even when from afar no letters come to you
Wait even when others are tired of waiting...
And when friends sit around the fire,
Drinking to my memory,
Wait, and do not hurry to drink to my memory too.
Wait. For I'll return,defying every death.
And let those who do not wait say that I was lucky.
They will never understand that in the midst of death,
You with you waiting saved me.
Only you and I know how I survived.
It's because you waited, as no one else did.
Only wait very hard
Wait when you are filled with sorrow...
Wait in the sweltering heat
Wait when the others have stopped waiting,
Forgetting their yesterdays.
Wait even when from afar no letters come to you
Wait even when others are tired of waiting...
And when friends sit around the fire,
Drinking to my memory,
Wait, and do not hurry to drink to my memory too.
Wait. For I'll return,defying every death.
And let those who do not wait say that I was lucky.
They will never understand that in the midst of death,
You with you waiting saved me.
Only you and I know how I survived.
It's because you waited, as no one else did.
******************
Espérame y volveré.
Solo espera con tesón,
espera cuando estés henchida de pena…
Espera cuando haga un calor asfixiante,
espera cuando los demás hayan dejado de esperar,
olvidando sus días de ayer.
Espera incluso cuando no lleguen cartas desde lejos para ti,
espera incluso cuando otros estén cansados de esperar…
Y cuando los amigos estén sentados alrededor del fuego,
bebiendo por mi memoria,
espera y no tengas prisa en beber también por mi memoria.
Espera. Pues volveré, desafiando cada muerte.
Y deja a aquellos que no esperan decir que fui afortunado.
Nunca entenderán que en medio de la muerte
tú con tu espera me salvaste.
Solo tú y yo sabemos cómo sobreviví.
Es porque esperaste, como nadie más hizo.
Solo espera con tesón,
espera cuando estés henchida de pena…
Espera cuando haga un calor asfixiante,
espera cuando los demás hayan dejado de esperar,
olvidando sus días de ayer.
Espera incluso cuando no lleguen cartas desde lejos para ti,
espera incluso cuando otros estén cansados de esperar…
Y cuando los amigos estén sentados alrededor del fuego,
bebiendo por mi memoria,
espera y no tengas prisa en beber también por mi memoria.
Espera. Pues volveré, desafiando cada muerte.
Y deja a aquellos que no esperan decir que fui afortunado.
Nunca entenderán que en medio de la muerte
tú con tu espera me salvaste.
Solo tú y yo sabemos cómo sobreviví.
Es porque esperaste, como nadie más hizo.
jueves, 3 de abril de 2008
Misterioso Asesinato en Manhattan


Como no pude participar de “la noche de los teatros” el jueves pasado, ayer me resarcí y fui al Teatro Maravillas a ver “Misterioso asesinato en Maniatan”.
La verdad es que para elegir la obra me bastó con el recuerdo que la película de Woody Allen dejó en mi memoria.
El teatro es pequeño pero la acústica es buena y como no hay tanta gente se evitan ruidos molestos (a pesar de eso siempre se oye al típico viejo que está sordo como una tapia y habla con su mujer a gritos. Al oído, sí, pero a gritos).
En cuanto a los actores… No puedo evitarlo. Es ver a Enrique San Francisco y echarme a reír. Es superior a mis fuerzas. Y si encima los diálogos tienen gracia… (“No puedo escuchar mucho a Wagner porque me entran ganas de invadir Polonia” o “guárdate un poco de locura para la menopausia”) pues eso, acabé con dolor de estómago de las risas.
En definitiva, es una obra más que recomendable para pasar un buen rato y divertirse sin problemas.
La verdad es que para elegir la obra me bastó con el recuerdo que la película de Woody Allen dejó en mi memoria.
El teatro es pequeño pero la acústica es buena y como no hay tanta gente se evitan ruidos molestos (a pesar de eso siempre se oye al típico viejo que está sordo como una tapia y habla con su mujer a gritos. Al oído, sí, pero a gritos).
En cuanto a los actores… No puedo evitarlo. Es ver a Enrique San Francisco y echarme a reír. Es superior a mis fuerzas. Y si encima los diálogos tienen gracia… (“No puedo escuchar mucho a Wagner porque me entran ganas de invadir Polonia” o “guárdate un poco de locura para la menopausia”) pues eso, acabé con dolor de estómago de las risas.
En definitiva, es una obra más que recomendable para pasar un buen rato y divertirse sin problemas.
PD: El resto lo contaré otro día.
miércoles, 2 de abril de 2008
Costillas
No sé qué pasa que de vez en cuando me apasiono por un tipo de comida.
Hace tiempo fue el steak tartar y ahora me ha dado por las costillas.
El día que no voy a correr a mediodía me voy con algún amiguete a meterme un costillar. He probado en un mes las costillas del Foster´s Hollywood, las del TGI Friday´s, las del Bufallo ribs y las del Tony Roma´s.
Las he probado de todos los estilos: con salsa barbacoa, con miel, cajún, orientales, al jack daniels, spicey, etc.
También, cómo no, he intentado hacerlas en casa. Hice unas en las que había que poner las costillas a macerar en…. ¡Coca cola! Era tan raro que no pude evitar probarlo. Y fue un éxito.
Pero vamos, en definitiva, las mejores costillas para mí son…..
(redoble de tambor)

Las del Friday´s, y en concreto las Jack Daniels.
Por mi parte, después de un mes comiendo costillas, no creo que vuelva a probarlas en la vida. (Bueno, quizás un día de estos. ¿Quién sabe?)
Hace tiempo fue el steak tartar y ahora me ha dado por las costillas.
El día que no voy a correr a mediodía me voy con algún amiguete a meterme un costillar. He probado en un mes las costillas del Foster´s Hollywood, las del TGI Friday´s, las del Bufallo ribs y las del Tony Roma´s.
Las he probado de todos los estilos: con salsa barbacoa, con miel, cajún, orientales, al jack daniels, spicey, etc.
También, cómo no, he intentado hacerlas en casa. Hice unas en las que había que poner las costillas a macerar en…. ¡Coca cola! Era tan raro que no pude evitar probarlo. Y fue un éxito.
Pero vamos, en definitiva, las mejores costillas para mí son…..
(redoble de tambor)

Las del Friday´s, y en concreto las Jack Daniels.
Por mi parte, después de un mes comiendo costillas, no creo que vuelva a probarlas en la vida. (Bueno, quizás un día de estos. ¿Quién sabe?)
martes, 1 de abril de 2008
Apuestas
Me suele pasar.
Ya he comentado en alguna ocasión que no soy capaz de resistirme a la pregunta de "¿a que no hay huevos a....?" Y vaya si los hay. Demasiados. Y si encima la pregunta me la hacen en medio de una cena en un japonés mientras estoy disfrutando de un uramaki..... estoy perdido.
Pero esta vez la apuesta es equilibrada. He llegado a un pacto con Henar. Yo mañana y ella el jueves. Pues eso. Arrieritos.
Ya he comentado en alguna ocasión que no soy capaz de resistirme a la pregunta de "¿a que no hay huevos a....?" Y vaya si los hay. Demasiados. Y si encima la pregunta me la hacen en medio de una cena en un japonés mientras estoy disfrutando de un uramaki..... estoy perdido.
Pero esta vez la apuesta es equilibrada. He llegado a un pacto con Henar. Yo mañana y ella el jueves. Pues eso. Arrieritos.
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